Reportajes
   

SCOTTISH SIX DAYS TRIAL PRE 65

Texto y fotos: Jaume Casadesús



Una experiencia inolvidable

   Sin duda acudir a los Scottish es el sueño de todo aficionado al trial, y si se trata de los locos por las trialeras clásicas ese sueño se cumple participando en los Scottish pre-65, que se celebran a lo largo de las dos jornadas inmediatamente anteriores a los famoso Seis dias.

   Nuestro buen amigo Jaume Casadesús, participante habitual en los triales de clásicas catalanes y en pruebas internacionales a los mandos de su Sherpa, ha cambiado esta vez los mandos de la Bultaco por los de una preciosa Greeves Sprite 250 para formar parte de la élite de afortunados que pueden presumir de haber participado en esta fantástica prueba que son los pre-65 escoceses.

   Le hemos pedido que nos cuente a los Todo Trialeros, lo que se siente practicando nuestro deporte en la "Meca", en Escocia, y estas líneas que siguen son el resultado. Gracias, Jaume, como te envidiamos.

Jaume Casadesús y la famosa Ariel Gov 132 de Sammy Miller

Jueves, 27 de abril de 2000

   Escocia, por fin. Nos reciben sus carreteras mojadas, una prodigiosa atmósfera a causa de sus nubes inquietas, colores sugerentes, sus cumbres nevadas, y, por supuesto, sus ovejas de cara negra.

   Llevamos nuestras cosas al hotel, en Glencoe, y de ahí nos vamos a Kinlochleven, donde se encuentra el centro neurálgico de la prueba. He llegado hasta aquí con y gracias al amigo Stuart Brown, quien había conseguido que aceptaran mi inscripción, además de proporcionarme la moto "pre-65", una Greeves Sprite 250, propiedad de Mick Wilkinson, un expiloto de fábrica.

   Formalizamos la inscripción. Mick todavía no ha llegado. Damos una vuelta por el paddock y encontramos algunos pilotos franceses a los que conocemos. Nos tomamos unas pintas de cerveza en el pub del pueblo y acto seguido nos dirigimos al hotel para disfrutar de una suculenta cena escocesa. El ambiente es fantástico y nos sentamos con otros pilotos y expilotos como John Draper, ahora un entrañable abuelo y su hijo Nick, que participa en la carrera. Los parlamentos discurren apaciblemente mientras vaciamos una pinta tras otra, aunque mis pocos conocimientos de ingles limitan un poco mi comprensión, aunque afortunadamente de vez en cuando Stuart me pone al corriente de la conversación.

   Entretanto los franceses y yo "hacemos la guerra" por nuestra cuenta.

 

Viernes, 28 de abril de 2000

   Nos levantamos temprano, tomamos un "british breackfast" copioso y nos dirigimos a Kinlochleven.

   ¡ Ni la Sprite ni Mick ! Pero no pasa nada, me dedico a fotografiar casi todas las motos del paddock. De repente aparece Stuart y me dice: ¡Olvídate de las fotos, Mick ha llegado y debes familiarizarte con la moto!

   Mick dice que todo está ok, sin embargo la moto no arranca. Miro el depósito de combustible, está vacío. Mick comenta que lo llenó la noche anterior y que la gasolina está en el cárter, ¡perfecto!. Llenamos de nuevo, empujamos la moto y el motor cobra vida (¡suspiro de alivio!), casco y a probar, sólo tengo media hora. La verdad es que no va mal, cuatro marchas, cambio punta-tacón y una postura parecida a la de mi habitual Sherpa 250, los neumáticos están bastante nuevos y siento la moto ligerita de delante, ¡me gusta!.

   Llego a la salida, se me acerca Pep Segalés de Solo Moto y me dice: ¿Quieres una foto con Sammy Miller?, "¡Por favor!" digo yo.

   Bien, bien, bien, eso es, aquí estoy por fin.

Desfile por las calles de Kinlochleven con Sammy Miller (Ariel Gov 132), y Mike Andrews (Ossa MAR) al frente.
Greeves
Royal Enfield
Triumph Tiger Cub

   10.19 horas: nos dan la salida. Circulo detrás de Stuart y su preciosa Motoconfort. No puedo evitar que la emoción me impida ver con claridad la carretera y al fin encaramos la primera trialera de la interzona cuando la Motoconfort hace "puff" y se para. Stuart me dice que continúe, que ya se apaña. De acuerdo. Las zonas 1 y 2 van seguidas, aquí tienen nombre y estas son Loch Eilde Bunn. Se trata de un precioso riachuelo sin apenas dificultad, tan sólo un giro en la salida, donde dejo mis primeros pies, ¡uf, empezamos bien!. Sigo y vuelvo a encontrar zonas marcadas como 1 y 2, creo que son las que se hacen mañana, pero me cruzo con el control que me dice que son las de hoy. Por lo que parece, aquí se numera desde el uno la primera zona de cada grupo. Ya estoy mejor, y estas las supero a cero.

   Loch Eilde Path, otro riachuelo. Me dejo un pié para evitar una inoportuna entrada en una poza de agua con los peligrosos resultados que esto supondría para los frenos de mi Greeves.

   Blackwaters, ¿quién no ha oído hablar de ellos?, pues bien ¡aquí están!. Hay que pilotar con cuidado, no ves más que unas banderitas rojas, nada de caminos, y tienes que fijarte mucho en donde pones las ruedas. Levanto la vista y..... ¡la inmensidad!. Montañas, lagos, nieve, riachuelos, ni rastro de civilización. Me paro y saco fotos. Reanudo la marcha y más de lo mismo

   Llego a Loch Eilde Mhor. De nuevo dos zonas seguidas. Llega Mick Wilkinson y le saco una foto y me pide la cámara para sacarme una a mi mientras hago la zona. ¡Maldición!, empiezo la zona y me doy cuenta que tengo la estribera derecha plegada (las estriberas de la Greeves son de las modernas, dentadas, pero sin muelle de retorno). Intento bajarla sin conseguirlo y finalmente debo parar para solucionar el tema. Cinco, ya que aquí, así que dejas de avanzar te marcan un fiasco, como debe ser. Sigo con la segunda zona, pero estoy absolutamente desconcentrado, varios. Mick me sonríe al devolverme la cámara, mientras me dice socarronamente "clean on the picture", más o menos "a cero en la foto", nos reímos y proseguimos la marcha de nuevo, por delante el infinito.

La famosa zona del Pipeline

   En ocasiones debes dar un gran rodeo para evitar lo que a ti te parece un traicionero "blackwater", pero vale la pena si finalmente pasas sin quedarte atascado.

   Meall na Cruaidhe, otro riachuelo, esta vez con una pequeña cascada al final. Espléndido cero, ¡yuhu!. Vamos allá, esto empieza a ser un poco más machacón, pero bueno, a eso hemos venido.

   Los Blackwaters cada vez parecen más peligrosos y conforme nos acercamos a Dubh Lochanhay que escoger cuidadosamente el camino. Alcanzo a otro participante y veo que lo está pasando mal, pero decido no adelantarle y aprovecho para observar por donde pasa y así puedo actuar en consecuencia.

   Dubh Lochan, junto a la presa una zona de piedras sin demasiada dificultad, me dejo un pié en la entrada y salgo sin más problemas, cero en la siguiente. Vamos a Coire Odhair, las paso sin problemas y después se coge una pista que nos lleva a la célebre "Pipeline". Muy espectacular pero nada del otro mundo, una larga rampa de piedra suelta sin mayores dificultades. Son dos secciones el primer día y tres el segundo, pero eso ya será otra historia. Supero las zonas cómodamente y me dirijo a Aluminium Works, ya cerca de Kinlochleven, son dos secciones dentro de un torrente, piedras, agua... en fin, nada nuevo.

   De vuelta al paddock busco inútilmente a Stuart para repostar, aunque después localizo Charly, el hijo de Mick Wilkinson, quien me hace el lleno de la moto, me da una Coca-Cola y algo de comer.

   Camas na Muic se encuentra a algunas millas de Kinlochleven, siguiendo la carretera a Glencoe, conduciendo por la izquierda hasta encontrar las flechas rojas que indican que hay que desviarse a la derecha. Las zonas están junto a la carretera. Preciosas secciones de agua, que completo a cero. De nuevo en la carretera a Glencoe que dejaremos para subir a Cameron Hill. Ahí me encuentro con Pep Segalés, Carles Casas, Angel Díez y su hijo Gonzalo. Celebro poder hablar con ellos en mi idioma.

Continuación...